Cuando Celia se aburre, se aburre hasta la saciedad, ese lugar infinito donde no hay marcha atrás, donde uno se aburre de lo aburrido que está, y da vueltas y vueltas como en una espiral.
Una bonita historia que enseña a los más pequeños que es fácil combatir el aburrimiento con una buena motivación y que esta se puede encontrar, incluso, dentro de una caja de cartón.